La calidad de un mueble es uno de los factores más relevantes para asegurar su perdurabilidad en el tiempo. De seguro tendrás en tu memoria recuerdos de la infancia visitando la casa de tus abuelos mientras observabas su impoluta sala Luis XV, aquella que parecía tener más de 50 años, pero que aún así, seguía manteniéndose igual de sofisticada y lujosa.

Al adquirir un mueble, la calidad de sus materiales y técnicas de fabricación debe ser un requisito indispensable. Sin embargo, esto no es todo en lo que debes pensar; adicionalmente, deberás evaluar y dar respuestas a interrogantes, como:

¿Qué necesidades satisfaces con este mueble?
¿Qué espacio tienes destinado para él?
¿Con qué colores debes combinar tu nueva adquisición?

De esta manera, conocerás cuál es exactamente el estilo que mejor se adapta a tu personalidad, y que precio estás dispuesto a pagar por ello.

En la elección final de un mobiliario influyen muchos factores, pero si de algo puedes estar realmente seguro, es que la calidad del mueble seleccionado determinará al 100% su duración.

¿Cómo puedo reconocer un mueble de calidad?

Primeramente por sus materiales, sea cual sea la finalidad del mueble (comedor, dormitorio, salón o sala de juegos) es imprescindible que sea de madera noble, de origen sostenible y que venga de la mano de un proveedor responsable y de confianza. De igual forma debemos destacar la importancia de los acabados, los cuales deben ser especialmente trabajados por verdaderos profesionales para obtener los mejores resultados.

La madera no solo es un material con amplia resistencia, naturalidad y elegancia, también tiene todas las cualidades para no pasar de moda. Con una adecuada fabricación y manteniéndola con los tratamientos apropiados, es un hecho que tu pieza puede durar toda una vida; de allí la relevancia de estudiar con inteligencia la inversión que realizarás.

Los muebles de calidad cumplen cabalmente con todas las garantías de fabricación y seguridad, además de incorporar un minucioso trabajo de artesanía, y en algunos casos, las más avanzadas técnicas de tecnología.

Afina tu sentido de observación

Dándole una breve mirada a la producción podrás detectar el nivel de calidad de un mueble. Un ensamblaje ideal, incluye: tornillos ajustados, lo que conlleva a piezas con un acople perfecto; colores uniformes a lo largo y ancho de su estructura, y superficies pulidas sin imperfecciones.

Otra manera de constatar las propiedades del mueble es buscar el sello de calidad del fabricante, estampado por lo general, en alguna de sus partes; así podrás determinar su identidad comercial y al mismo tiempo, verificar si la marca cumple o no, con los respectivos estándares.

Cuando tomas la decisión de invertir en muebles de alta gama, apuestas a conseguir piezas únicas, con diseños originales y de extraordinaria fabricación, los cuales le imprimirán carácter y personalidad a cada uno de tus espacios.

Los muebles de calidad están creados para disfrutarlos, vivirlos, ser útiles y trascender por generaciones. Para asegurar su rentabilidad, no olvides elegir diseños de agradable estética, tanto al tacto como a la vista; imaginando cómo lucirán en tu hogar, negocio u oficina, con el paso del tiempo.